Pachangas: Dícese de la reunión de amigos para la práctica (o intento de práctica) de algún deporte ( mayoritariamente fútbol) en la que los participantes adoptan la personalidad de los profesionales e intentan imitar sus movimientos sobre el terreno de juego.
Con la llegada del buen tiempo la quedada para hechar pachangas se incrementa.
En el momento en que somos convocados para jugar el partidillo con los amigos, nos empieza a recorrer el cuerpo un sentimiento de euforia, a la vez que se nos dispara la mente hacia ese regate o esa pirueta que vimos el pasado fin de semana a pies de los CR7, Messi, Kaká, Iniesta.... y nos decimos "eso se lo voy a hacer al Juli, ya verás" y lo empezamos a divulgar a los cuatro vientos en casa, "conmigo mañana no conteis que tengo pachanga".
Un momento importante antes de saltar a la arena, es el vestuario. No vale ponerse cualquier camiseta o pantalón viejo, sino que hay que ir vestidos para la ocasión. Para ello recuperamos esa elástica futbolera de nuestro equipo o jugador predilecto. La forma de llevar la zamarra también es clave, se lleva por afuera del pantalón, para disimular esos antiestéticos michelines y barrigas cultivadas a base de zumitos de cebada. Pasamos a las medias, que se llevan bajadas y sin espinilleras al más puro estilo Gordillo. Por último las botas, nuestras armas, el elemento básico para desplegar todo nuestro fútbol. Adquirimos las de Kaká, Xavi, Forlán.... pensando que con ellas haremos magia, pero la realidad será muy distinta.
Terminado el ritual del vestuario, similar al del torero, llega el momento de saltar al terreno de juego, el momento que todo pachanguero está esperando, el momento en que comienza a rodar el balón. El instante en que todos nos sentimos fútbolistas por un dia.
Con la llegada del buen tiempo la quedada para hechar pachangas se incrementa.
En el momento en que somos convocados para jugar el partidillo con los amigos, nos empieza a recorrer el cuerpo un sentimiento de euforia, a la vez que se nos dispara la mente hacia ese regate o esa pirueta que vimos el pasado fin de semana a pies de los CR7, Messi, Kaká, Iniesta.... y nos decimos "eso se lo voy a hacer al Juli, ya verás" y lo empezamos a divulgar a los cuatro vientos en casa, "conmigo mañana no conteis que tengo pachanga".
Un momento importante antes de saltar a la arena, es el vestuario. No vale ponerse cualquier camiseta o pantalón viejo, sino que hay que ir vestidos para la ocasión. Para ello recuperamos esa elástica futbolera de nuestro equipo o jugador predilecto. La forma de llevar la zamarra también es clave, se lleva por afuera del pantalón, para disimular esos antiestéticos michelines y barrigas cultivadas a base de zumitos de cebada. Pasamos a las medias, que se llevan bajadas y sin espinilleras al más puro estilo Gordillo. Por último las botas, nuestras armas, el elemento básico para desplegar todo nuestro fútbol. Adquirimos las de Kaká, Xavi, Forlán.... pensando que con ellas haremos magia, pero la realidad será muy distinta.
Terminado el ritual del vestuario, similar al del torero, llega el momento de saltar al terreno de juego, el momento que todo pachanguero está esperando, el momento en que comienza a rodar el balón. El instante en que todos nos sentimos fútbolistas por un dia.
!Qué hariamos sin pachangas! La salsa del fútbol barriero.
! Dios salve a las pachangas !
! Dios salve a las pachangas !