Se
presentaba el fin de semana cargado de importantes y decisivos acontecimientos
deportivos. El que me afectaba
directamente era el enfrentamiento entre el Ademar y el Fusche Berlín de
cuartos de final de la Champions League y que terminó con un saldo de 11 goles
a favor del equipo leonés que deberían ser suficientes para que nos plantáramos
por primera vez en la historia en la Final Four de Colonia. Todos los
calificativos que pongamos al partido son insuficientes para lo que demostró el
equipo en la pista y especial mención
hay que hacer a la actuación en portería de Alamo que como ocurrió en Hungría
frente al Vezsprem fue decisiva su aportación para que el equipo sueñe con
estar en Colonia a finales de mayo. El ambiente del pabellón el de las grandes
ocasiones, rozó el lleno y empujó lo indecible para que los leoneses les
pusieran banderillas de fuego a los zorros
de Berlín y acaricien lo que sería el
mayor hito del deporte leonés desde la Liga Asobal conseguida en la temporada
2000/2001. Pero no vendamos la piel del oso antes de cazarlo ni hagamos castillos
en el aire, que tenemos un precedente en
el que el Ademar viajaba a Eslovenia con una renta de 12 goles y perdió de 13
contra el Celje, así que como diría el otro ¡Ojo
al dato!
Nada
más terminar el encuentro entre leoneses y alemanes rápidamente a casa a ver el
clásico. La gente inmediatamente se sube en sus coches para llegar al bar o
casa de destino. El Ademar quedaría en
el olvido temporalmente durante los 90 minutos del encuentro. El resultado un tanto inesperado
para propios y extraños, excepto para los madridistas confesos y creyentes del
espíritu Juanito. Liga sentenciada, queda por dilucidar los finalistas de la
Champions. Vislumbro una final entre madridistas y londinenses.
El domingo había varios frentes abiertos, en Montecarlo nuestro Rafa volvió por sus fueros y en la superficie que mejor se adapta a sus condiciones por fin sometió a Djokovic después de siete finales y consiguió su octavo título consecutivo en el torneo monegasco. El discurso de Nadal en la entrega de trofeos fue en español, cómo me gustó, en todos los morros. Que sigan sacando guiñoles, que Roland Garros está a la vuelta de la esquina ¡Vamosss Rafaaa!
Otro foco de atención estaba en Lieja, en una de las clásicas más importantes del calendario internacional pero que esta vez a diferencia del miércoles en la Flecha Valona ningún español brilló, siendo la terna de aspirantes amplia, con “Purito” Rodríguez, Valverde, Freire o Samuel Sánchez como claros favoritos para adjudicársela.
Por último el séptimo puesto de Alonso en el Gran Premio de Bahrain. Pensaba que con la llegada del asturiano a Ferrari caerían los títulos mundiales uno de tras de otro, pero va a ser que no. No tiene suerte, primero con los dos años en Renault, que fueron de transición una vez que salió de McLaren y una vez que ha llegado a la casa italiana los Red Bull son claramente superiores y los ingenieros no aciertan con las mejoras del coche. Me pregunto cuántos mundiales tendría ya si las cosas hubieran transcurrido con normalidad, porque lo que es evidente es que es el mejor piloto de la parrilla.
Sólo
nos queda esperar al próximo fin de semana para que el sueño del Ademar y de
todo León se haga realidad. ¡SÍ, SÍ, SÍ NOS VAMOS A COLONIA! No rima pero a
quién le importa, la ilusión de un equipo y de una ciudad están en juego.
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