miércoles, 29 de febrero de 2012

Ademar, nostalgia de lo que pudo haber sido y no fué



Cuando veo que año tras año en el balonmano (y es extensible también a otros deportes como el fútbol y el baloncesto en los que existe una clara bicefalia) tanto el F.C. Barcelona y el At. Madrid (hasta hace unos meses C. Real) se reparten todos los títulos tanto nacionales como europeos en juego, como si se tratase del régimen de separación de bienes de un matrimonio, me pongo nostálgico y me traslado al mundo del Erase una vez en el que el Ademar confecciona una plantilla de ensueño formada por jugadores que han vestido la túnica sagrada del equipo leonés.
En portería estarían Kasper y Saric, en el extremo izquierdo Juanín y Stranovsky (circunstancia que se va a producir en Barcelona el año que viene), en el extremo opuesto Denis y Fernando Hernández, como laterales izquierdo A. Entrerrios y K. Kjelling, de central el mago M. Anderson y C. Ruesga, en el lateral derecho P. Metlicic y Montoro y de pivote Julen y Skrbic. En el banquillo estarían Hombrados, R. Entrerrios, D. Lozano, Sarmiento, Panadero, A. García, Viran Morros y Canca. Todos ellos dirigidos por el tándem formado por M. Cadenas y J. Ribera.



En este estado de alucinación vislumbro que el Ademar hace giras en verano por China a razón de 3 millones de Euros el partido, que niños de un poblado de África se visten con la zamarra marista, que el Rey nos recibe en La Zarzuela por ganar la Champions League, que hacemos el saque de honor en la final del Mundial de fútbol de Qatar, que Audi organiza un acto en La Catedral en el que entrega un coche con una gachí dentro a cada jugador, que K. Kjelling se convierte en modelo para Emporio Armani y ocupa todas las marquesinas de España y parte del extranjero, que el himno del Ademar es cantado por Michel Teló y se convierte en Nº 1 en 30 paises, que Florentino quiere ser su Presidente y su lema electoral es “Yo he nacido para ser Presidente del Ademar”, promete fichar a Karabatic, L. Nagy, M. Hansen, Messi y Cristiano Ronaldo y construir un pabellón con capacidad para 100.000 espectadores y en el que se celebrará la final de la Super Bowl, Valdano se convierte en portavoz del club, Nadal en Roland Garros se retira de un partido para ver al Ademar por TV, el club de sus amores, el palco del Palacio se convierte en una reunión del G-20, Hombrados anuncia natillas, Xavi e Iniesta declaran que su sueño es jugar en el Ademar, el Txistu y el Asador Donostiarra abren un restaurante en León y el Buda construye una macrodiscoteca de siete plantas en Santo Domingo.



Dejando a un lado la fantasía y de vuelta a la cruda realidad, mirando al pasado me doy cuenta de que si algún inversor privado hubiera apostado por el Ademar, como en su día hizo Díaz de Mera con el C. Real (hoy At. Madrid) , nos podríamos haber convertido en la alternativa al F.C. Barcelona y optar a conseguir títulos. Un equipo profesional no puede pretender luchar por ganar competiciones con las ayudas y subvenciones de los poderes públicos, es imposible, es vital la aportación privada para poder competir. Hoy en día en el balonmano quitar un título a Barcelona o At. Madrid es una quimera, siendo los demás equipos meros comparsas de estos dos.
Es por eso, que me produce gran tristeza y nostalgia pensar que el Ademar podía haber sido más grande y más viendo que la Selección Española está integrada en un 80% por jugadores que visten o han vestido la elástica marista.
Pero me quedo con que otros Clubes podrán tener más dinero y habrán ganado más títulos, pero la afición y el espíritu que tiene el Ademar no los tiene ningún equipo de España y es para que estemos orgullosos de ello.

¡ ADEMAR A SEGUIR LUCHANDO ¡

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